El amor es bello.
Aparece como algo que no sabíamos que necesitábamos, aparece para hacernos ver que es nuestro todo, para hacernos sentir que cada momento es inolvidable. El amor se viste y luce sus mejores conjuntos, sus mejores colores. Y hace que una quiera más, y más, y más... Pero, ¿qué pasa cuando ese amor lo empezamos a analizar, lo comenzamos a ver de una forma más humana y no tan espiritual?
Yo estoy 60% espiritual y 40% humana.
¿Tengo miedo de engancharme? Sí, y mucho.
Tengo temor de apostar todo y después decepcionarme y terminar con el corazón roto 💔 😪. Obviamente, mi cielo.
Tengo temor de amarlo tanto que después no sepa cómo volver a ser yo. Tengo miedo de amarlo con locura y que me termine decepcionando.
Tengo miedo.
Pucha carajo, no me gusta tener miedo así.
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