Esperar el colectivo a la madrugada un 30 de octubre es porque sos la peor persona para planificar una salida o sos la única en comerte el garrón de volver última y sola. ¿Ustedes qué opinan?
Pienso... (disculpen mi forma tan oxidada de escribir.)
Volviendo a este problema humano de esperar un colectivo a las 02:16 am en Av. General Las Heras.
Tengo una suerte y una mala suerte, mi bondi es justo el que me lleva y me deja en frente de mi casa, qué suerte, ¿no? Tengo que ver lo positivo a esto. La mala es que el puto cole no viene y no creo que llegue por un buen tiempo.
Mientras espero en primera fila, siento que tengo la obligación de dirigir dos cuadras de cola que justo también todos vamos por el mismo camino. Mi obligación como la tipa en primera fila es aguantar y subir lo más rápido para poder sentarme.
Estoy como el ojete y, además, sobrepienso demasiado todo, LPM.
Sí, mi querida y querido lector. Para matar el tiempo hay que prácticamente torturar a la mente. (Obvio, si estás muy al pedo)
Y estas son las siguientes cuestiones, dilemas, nuevos temores y, por supuesto, más dosis de ansiedad... quién lo diría, un cóctel de problemas futuristas super riquísimo.
Mientras espero el cole, apoyada en una columna porque mi cadera, espalda, piernas, bueno, todo en general no aguanta más (y ya me da igual la higiene del piso, ya me siento en el cordón y me chupa un huevo si quieren estacionar, estoy cansada).
Lo peor que puede pasar es que se vaya de largo y siga esperando hasta el amanecer o que no tenga un sope en la SUBE... (mal ahí, no la pensé, sabía que había viaje gratis, pero no hasta qué horario)
En fin... como decía en un principio, mirando todo lo que me rodea, noté que todos andan con alguien, que todos mal o bien están con alguien, mientras que yo y mi casi algo, somos casi nada.
En momentos así, en ocasiones como estas donde, por ejemplo, el puto colectivo no viene más, te hace odiar todo lo hermoso (bueno, lo digo yo y lo puedo decir yo porque estoy soltera) y eso es malo, muy malo. ¿Por qué? Bueno, acá les tiro.
1) PENSAMIENTO Taylor Swift: Hacer catarsis por todo en todo con mi vida. Lo que me faltaría es tener esa destreza mediática que tiene ella.
2) PENSAMIENTO CHUSMA: Querer stalkear a ese, no es un buen plan.
3) PENSAMIENTO AUTODESTRUCTIVO: Pensar en escribirle a ese con la idea de matar el aburrimiento y que tanto mal o bien te levanta la autoestima.
Honestamente y lo digo así, como curita que te hace doler la piel.
Me merezco por lo menos un chongo que me dé la hora, mínimo carajo. No es justo, no es bueno que yo no tenga a nadie a quien molestar...
Por ejemplo, ahora tengo frío. No traje abrigo porque hacía 37 grados. Pero ahora que es tarde y de madrugada, me quiero tapar.
Hoy admito que amo mi soltería, pero odio la soledad, necesito por lo menos un breve pero buen tiempo para estar con alguien. No es justo ver que toda la Ciudad Autónoma de Buenos Aires esté con alguien y yo no. O que alguien mínimo tenga un abrigo auxiliar en casos como este. ¿No?
A veces creo que soy la composta del universo.
Ahora el tema es el siguiente, si sigo pensando en hablarle para matar mi aburrimiento en la parada del bondi.
Eso sí, cualquiera de las dos últimas opciones tiene daños colaterales a largo plazo.
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