viernes, 4 de diciembre de 2015

MITOLOSOFIA


No siempre lo bueno está más allá, no siempre "está por venir". Y lo más lindo que hay, es poder darse cuenta de que está pasando precisamente en el instante exacto. De que la percepción, por una vez, se ajusta a la realidad. De que el presente deja de ser algo tan efímero y se convierte en algo real. Porque ya estamos hartos de que todo ya haya pasado o esté por venir, y más aún entendiendo que lo único que hay es el presente; un presente permanente, constante, inacabable, indestructible: bendita y malditamente eterno.

Los dragones nos explicaron muchas cosas. Que el ayer ya pasó y que el mañana no existe, que somos muy aburridos por sólo creer en eso que conocemos, que podemos vivir sin fuego, sin agua, y sin aire, pero jamás vamos a poder vivir sin la palabra de cuatro letras que al revés es Roma. Yo aprendí mucho de los dragones. Tuve ganas de tener alas, de ser muy fuerte y gigante. Admiré su filosofía, sus pensamientos, sus sentimientos, su manera de vivir el día a día. Pero por ir por todo, me quedé sin nada.

Podría ahora estar siguiendo sus pasos, pero sin largar fuego por la boca. Sin embargo otra vez estoy con las manos vacías. Estoy muy lejos de cómo me gustaría ser, nuevamente estoy más humana que nunca. A los dragones les llueve como a nosotros, sólo que reciben la lluvia de otra forma. Se nutren. Bailan con ella. Persiguen a sus sombras. Aplauden a la muerte: "¡qué bueno va a ser el abrazo de volver a vernos!". Cometen errores, sí. Pero se acuerdan de dónde estaba la piedra y nunca más vuelven a pisarla. Encuentran en lo malo, algo bueno.

Nosotros nos mimetizamos con un cielo gris y lloramos. Huímos de las sombras, nos dan miedo, representan lo oscuro y nos terminan opacando. Sufrimos la muerte hasta quedarnos sin ganas de vivir, ni de morir, ni siquiera de respirar. Tropezamos y caemos. El dicho popular suele ser mentira. Y pasa el tiempo, y volvemos a trastabillar con el mismo obstáculo. Y de vuelta, y otra vez. Y nos aburrimos de caernos, pero seguimos cayendo. Pero: si tropiezo ya no es fatal, porque yo sé que queda otra vuelta de tuerca más, puede que un tanto no efímero.

De todas formas: continuará (siempre que sigamos tan así, y ellos tan asá)

Nati

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

60% de engancharme

El amor es bello. Aparece como algo que no sabíamos que lo necesitábamos, aparece para hacernos ver que es nuestro todo, para ha...