Yo creo que las etiquetas no son algo que se deba presumir, no considero a las parejas o esas amistades permitidas para etiquetarlas, porque no son ropas que se deban presumir como pasarela.
Me gusta creer que eso que paso pero no se lo nombra es algo, porque de alguna manera u otra siempre hubo algo, un interés, una duda o simplemente ganas. Y me quedo con la idea de las ganas, porque esa acción nos lleva a esta frase. Tener ganas de todo y a la vez no saber que somos.
Cuando me planteo la idea de si siempre hubo algo, me gusta creer que podrían ser todas las opciones disponibles. Me gusta pensar el porque, ¿porque yo, si habiendo tantas me elijio a mi? o ¿Porque continuamos llevando el mismo papel en cada temporada? o ¿Qué desea conseguir? ¿Yo que quiero? y así mismo miles de preguntas que nos azota en la noche y aparece nuestra querida amiga la Señorita Insomnio.
No les ocurrió de que están descansando y derrepente se te inunda la mente porque justo te acordaste de esa persona, que cada vez se ven todo es muy intenso, que justo esa noche lo necesitas. Porque cuando se ven todo es mágico, el mundo se detiene. Con el todo es distinto, cada uno tiene la intención de cambiar uno al otro, y tenemos miedo de que esto, esto que vivimos se pierda que no volvamos a repetirlo, somos claramente conscientes de que si conocemos a otro, no nos va a dar la misma intensidad o magia y nos parte el corazón, las clases de personas que llegan a nuestro mundo son personas que no se deben ir jamas, pocos se quedan y muchos migran hacia nuevos horizontes. Por un lado sabemos que lo necesitamos y por el otro nos preguntamos por que?, sino no deberia ser asi, tendría que ser lo más pasajero y divertido. Pero nos damos tanta manija que creamos los pensamientos más crueles y feos. Somos directores de nuestro propio cuento de terror y capas no sea así, capaz de verdad esa persona especial que llegó a nuestra vida, vino para salvarnos, para demostrarnos de qué estamos hechos, porque si hubo algo es lo más probable que si sienta algo, simplemente somos nosotros que no sabemos aceptar a veces la idea de que en este mundo existe ese alguien que nos quiere pero no sabe cómo.
Y eso es lo peor, que nadie va a saber nunca nada y nosotros menos.
Porque preferimos guardar nuestros sentimientos y no gritarlo a los cuatro vientos?
Porque optamos por no jugarnos? A que le tenemos miedo? Que es lo que nos impide no seguir?
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