martes, 8 de septiembre de 2015

Hogar, dulce hogar.


No será perfecta, no estará tan decorada como me gustaría. No tendré un cuarto como el de las revistas, no estará ni un poquito ordenada. Pero es mi casa. El mundo puede estar viniéndose abajo, pero adentro de estas paredes, nada parece pasar realmente. En esta semana hiper angustiante que tuve, lo único que me animaba era saber que acá adentro, nada de todo lo otro era verdad. Es como si fuera una verdad paralela, como si acá yo estuviera a salvo de todo, y las cosas malas que pasan "allá afuera" acá no me movieran ni un pelo.

Supongo que ésto no me pasa sólo a mí. Que no es mi casa mágica, si no que cada uno siente su casa como algo especial. Adentro, somos inmortales, somos inmunes a cualquier enfermedad y a cualquier mal. No importa si estás peleado con el mundo, si nadie te quiere, si tenés un par de asesinos locos buscándote o si repetiste por décima vez. Estás en tu casa, en tu lugar, en tu terreno. Nada puede pasar.

Por eso, por más que las vacaciones están bárbaras, me di cuenta que extrañé esa sensación de sentirme intocable, de sentirme 100% a salvo. Como bien dije, es una sensación, ya que cualquier cosa puede pasarnos siempre. Pero bendita sea esa sensación ya que no se puede estar todo el tiempo temiendo morir, sufrir, equivocarse, etcétera.

Por más que estas cuatro paredes tal vez estén hartas de nuestros gritos, peleas, risas desaforadas, de irse a dormir tarde conmigo y levantarse temprano con papá, de verme saltar y correr cuando estoy de buen humor y llorar y gritar cuando el mundo se viene abajo; por más que se hayan cansado de todo eso, creo que algún cariño nos deben tener, porque apenas abro la puerta y piso el parqué del living, por única vez, me siento realmente resguardada de toda la mierda y todas las mierdas que me podrían afectar.

Pobre el Chavo, para sentirse realmente cuidado tenía que estar muy incómodo.

Nati

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

60% de engancharme

El amor es bello. Aparece como algo que no sabíamos que lo necesitábamos, aparece para hacernos ver que es nuestro todo, para ha...